¿Qué es fuerzas intermoleculares?

Las fuerzas intermoleculares son las interacciones que se dan entre las moléculas y que determinan las propiedades físicas de las sustancias, como el punto de ebullición, el punto de fusión y la solubilidad.

Existen varios tipos de fuerzas intermoleculares:

  1. Fuerzas de dispersión de London: Son fuerzas débiles que se originan debido a la formación de dipolos temporales en las moléculas, lo que resulta en una atracción entre ellas. Estas fuerzas están presentes en todas las moléculas y son las más débiles de todas las fuerzas intermoleculares.

  2. Fuerzas dipolo-dipolo: Estas fuerzas se presentan en moléculas polares, aquellas en las que hay una distribución desigual de los electrones, lo que genera un polo positivo y un polo negativo. Los dipolos de moléculas polares interactúan entre sí, generando una atracción dipolo-dipolo.

  3. Puentes de hidrógeno: Son una forma especial de fuerza dipolo-dipolo que ocurre cuando un átomo de hidrógeno está unido a un átomo altamente electronegativo, como oxígeno, nitrógeno o flúor. Estos puentes de hidrógeno son particularmente fuertes y se presentan en sustancias como el agua y el amoníaco.

  4. Fuerzas ion-dipolo: Ocurren entre un ion y una molécula polar. El ion atrae a la parte opuesta de la molécula, generando una interacción electrostática.

  5. Fuerzas de repulsión: Estas fuerzas ocurren cuando dos moléculas se acercan demasiado y se repelen debido a la interacción de sus nubes electrónicas.

Estas fuerzas intermoleculares son esenciales para la comprensión de las propiedades y el comportamiento de las sustancias. Por ejemplo, las fuerzas de dispersión de London se vuelven más fuertes a medida que aumenta el tamaño de las moléculas, lo que explica por qué las sustancias con moléculas más grandes tienen puntos de ebullición más altos. Además, la presencia de fuerzas de puente de hidrógeno es lo que permite que el agua forme enlaces entre moléculas, lo que a su vez da lugar a propiedades como la alta tensión superficial y la habilidad para disolver muchas sustancias polares.